Expedición Andalucía Everest 2006

Andalucía Everest, lista para el salto al campamento base

Monótona jornada de aclimatación en Tingri

La Expedición Andalucía Everest ha permanecido hoy en la ciudad de Tingri para aclimatarse a la altitud. En esta pequeña población de no más de mil habitantes hay muy poco que hacer salvo observar las costumbres y hábitos de su población, eminentemente tibetana. Apenas hay tiendas o restaurantes y un par de talleres mecánicos. El resto son viviendas y paradores como el ‘Lho Ting Re Hano Everest’ que ocupa el grupo andaluz.

En los alrededores de la ciudad sólo se ven laderas peladas de un color marrón rojizo. Junto al pueblo hay un pequeño río con poco caudal diseminado de basura y desechos y algunas aves que buscan alimento entre pasto seco y graveras de un monocromo color gris.

Todos los expedicionarios se encuentran en perfectas condiciones físicas salvo algún ligero dolor de cabeza propio de la subida y llevan como pueden las dificultades de la dieta y no sólo por llevar tres días haciendo las tres comidas del día con palillos. Los menús son repetitivos –arroz, pasta y verduras- faltos de calorías y ausentes de dulces o fruta.

El día de hoy es plomizo. Hay una bruma que dibuja un extraño círculo más oscuro y un anillo marrón alrededor del sol. Por la tarde la sensación de frío es considerable. Tingri está a tan sólo sesenta kilómetros del campo base chino (5.200 m.). De hecho se ven el Everest y en Cho Oyu desde el extremo del pueblo donde está la oficina postal (sólo hay un modelo de postal y cuesta enviarla 7 yuanes, algo menos de un euro).

Hay muchos deseos por parte de los expedicionarios de establecerse allí y comenzar con el verdadero objetivo de la estancia en estas alejadas tierras. Mañana todo el grupo parte en vehículos hacia allí. Permanecerán dos noches en el Campo Base para después desplazarse todos caminando y portando todo el equipaje y víveres por medio de yaks hasta el Campo Base Avanzado (6.400 m.). La distancia entre ambos campamentos es de 25 kilómetros y se realiza en dos jornadas pasando una noche en un campo intermedio (6.000 m.).


Juan Antonio Huisa. Jefe de expedición: “Ya llevamos 23 días desde que salimos y las incomodidades propias de un viaje de este tipo comienzan a hacer mella y la dieta monótona e insuficiente hacen los días un poco más largos. Pero mañana llegamos al anhelado campo base del Everest, uno de nuestros sueños. Por un lado la satisfacción de estar aquí ya y las ganas de adentrarse en la montaña más alta y mítica del mundo. Y por otro lado la impresionante pobreza, miseria y suciedad que asola este territorio; que nos hacen valorar mejor lo bien que vivimos en Andalucía. Desde estas líneas mandamos un beso a nuestras parejas Eva, Pepi, Sofía y Manuela, que también en silencio están sufriendo nuestra ausencia”.