6 de abril de 2006

Expedición Andalucía Everest 2006


VIENTO Y FRÍO EN EL CAMPAMENTO BASE DEL ISLAND PEAK

Huisa y López atacarán esta madrugada la cumbre del ‘Imja Tse’





Las tiendas del Campamento Base del Island Peak de la Expedición Andalucía Everest 2006 han amanecido esta mañana recubiertas de escarcha. De noche la temperatura exterior ha bajado de los -4º. Al alba ha roto el silencio de la montaña el canto de dos hermosos faisanes comunes ‘cucurá’, que buscan alimento alrededor de las tiendas sin la menor desconfianza. El cocinero, Lopsang, trastea entre peroles de hojalata en la tienda cocina para preparar unos huevos a la plancha y tostadas de pan de molde con un ruidoso quemador de queroseno.

La mañana está soleada, pero el viento que asciende del sur es muy molesto. Uno de nuestros sherpas, Kancha, está hoy muy afectado por el mal de altura. Tiene un fuerte dolor de cabeza y vómitos. Los expedicionarios se encuentran bien. Pedro López y el murciano Carlos Garranzo se van a hacer el primer tramo de la ruta para ver bien lo que les espera esta noche. Huisa ha preferido descansar, organizar facturas y planificar los muchos días que restan de trekking hasta el regreso a Luckla.

Esta noche, sobre las tres de la madrugada (23,15 horas en España) los alpinistas ataviados de ropa y botas adecuadas, linterna frontal, crampones y piolets emprenderán una dura jornada en la que hay que ganar 1.100 m. de desnivel hasta la cumbre, con un paso muy expuesto por una arista aérea antes de la cima (6.189 m.). Tras cumplir el objetivo regresarán a un Campamento Base que ya habrá sido desmontado y después seguirá la bajada hasta Chukhung, o sea 1.400 m. de bajada.

MUCHA BASURA EN EL CAMPO BASE

Lamentablemente los alrededores del Campamento Base están llenos de basura. Botellas de plástico, latas de conserva, envoltorios de comida instantánea o galletas, colillas, paquetes de tabaco, restos de banderas de oración, piquetas, trozos de cuerda... Al menos, cada grupo instala pequeñas tiendas letrinas para hacer las necesidades en un agujero resguardados del viento y de miradas. Los cocineros lavan su vajilla y cacharros y arrojan todo sobre las rocas, lo que supone un alimento extra para faisanes, cuervos y pajarillos anaranjados ‘tora’, únicos habitantes animales del lugar, que al menos sacan provecho de la presencia del hombre en esta montañas del Solukhumbhu..

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