31 de marzo de 2006

Expedición Andalucía Everest. Crónica

La Expedición Andalucía Everest asciende por la región de Khumbu

Numerosos puentes colgantes en un trayecto por la garganta del río Dudh-kosi con un duro último tramo


La Expedición Andalucía Everest y el alpinista murciano Carlos Garranzo, partieron a las siete de la mañana de Phakding en dirección a Namche Bazar, no sin antes haber sentido los primeros síntomas de frío la noche anterior. La ruta comenzó atravesando pequeñas concentraciones de casas en las que ha sido agradable ver la rutina diaria de los pobladores de esta tierra, sus agricultores, escuelas, la cantería y carpintería en la construcción de sus edificios, el cuidado del ganado y la atención de puestos de refrescos y cerveza y comidas orientados a los pasajeros de la singular ruta.

Pedro va cargado de caramelos y los reparte cuando los chiquillos saludan al paso. Provocan la sonrisa y es inevitable mirarlos y sonreírles cuando saludan ‘namasté’ con dulzura y se prestan a que les hagan fotos. Las piedras sagradas budistas ‘ommane peme hung ri’ son de toda clase y colores y es difícil desviar la atención de las que se encuentran al paso. Se deben dejar a la derecha en el sentido de tu camino donde se encuentran ‘mane’ o rodillos decorados que se hacen girar al paso.

Tras un comienzo progresivo, remontando la garganta del Dudh-kosi (‘río de leche’ por su color blanco- que baja caudaloso e imponente atravesado por puentes colgantes metálicos la ruta va ganando dureza. Sobre las 13.00 horas pararon a almorzar –pasta y patatas- para seguir adelante ganando altitud por senderos pedregosos y escaleras de bloques de piedra a veces con duros repechos. La filmación provocando un avance más lento del habitual y la jornada se alarga compartiendo el camino con grupos de turistas y una nutrida expedición coreana.

Tras el paso del último de la media docena de puentes ha llegado el cambio de dirección hacia el valle del Bhote-kosi. A partír de aquí el desnivel se acentúa fuertemente hasta llegar a Namche Bazar. Las últimas dos horas han sido realmente duras para las piernas. Una jornada dura de ocho horas y media y media para ascender un total de 810 metros de desnivel

Namche Bazar (3.450 m.) es una hermosa ciudad de edificios de ventanas azules que recibe a los viajeros con los ojos de Buda en la cúpula de un templete blanco -‘chorten’- junto a unos curiosos molinos de agua. La población está llena de tiendas de ropa, gorros, guantes y souvenirs. Abundan locutorios y pequeños caber cafés. En nuestra pensión khang Ri hay que pagar 200 rupias por una ducha caliente y por cargar las baterías de portátiles y cámaras

La siguiente jornada es de descanso pero hay deseos por hacer una ruta de unas tres horas para subir a una espectacular vista del Khumbu desde donde se podrá ver por primera vez el Everest y a sus hermanos Nuptse, Lhotse y Ama Dablam y visitar un monasterio donde afirman que hay una cabeza de un yeti. El sábado día 1 sigue el trekking hasta Tengboche (3.860 m.) a donde ya no llegan la luz eléctrica ni el teléfono y las posibilidades de comunicación están en manos del teléfono satelital.

LOS PRIMEROS SÍNTOMAS

La noche en ha traído la primera Phakding trajo la primera sensación de frío de frío hasta el punto de dormir dentro de los sacos en la habitación. El camino es un placer para los sentidos para quines saben apreciar la belleza de las piedras, el agua o la vegetación, pero tremendamente duro. La senda cambia constantemente de terrenos de tierra a rampas pedregosas. La subida es constante y muchas veces hay que descender para volver subir. El tramo final ha sido especialmente duro para las piernas con quince kilos a la espalda. Incluso alguno de los porteadores suda y resopla. Aquí hay que vigilar el paso y ser listo al elegir la siguiente pisada para economizar esfuerzo. Como hacen los sherpa, pero clar,o ellos llevan siglos habitando estas montañas.

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