Clásica Ciclista de Almería

Juan Olmo cuarto en la Clásica de Almería

El corredor del Andalucía-Cajasur culmina

una gran etapa del equipo andaluz

Paso a paso el conjunto andaluz está subiendo peldaños en sus actuaciones. Tras las buenas actuaciones realizadas en Mallorca, Andalucía o Valencia, que finalizaba ayer con el podium de José Ruiz en la clasificación de la montaña, hoy han vuelto a realizar una buena carrera en la Clásica de Almería. Los encargados de dejar ver el maillot del equipo por las carreteras almerienses han sido José Luis Carrasco y Juan Olmo.

El corredor jienense buscaba la escapada desde el inicio de la etapa, en el kilómetro 27 se metía en el grupo de cinco corredores que se formaba en cabeza, aunque no contaba con el consentimiento del pelotón.

Los saltos se van sucediendo pero ninguno con fortuna. No ha sido hasta el kilómetro 94 cuando se ha formado la escapada buena, poco después de cumplirse la segunda hora de carrera, con una media carrera de 48 km/h. 20 corredores tomaban la cabeza de carrera, entre ellos Juan Olmo y José Luis Carrasco del Andalucía-Cajasur. Poco a poco este grupo consigue abrir hueco respecto al grupo. En el kilómetro 119 llegaba a tener 4’20’’. Con esta ventaja sobre el pelotón, las hostilidades se rompen en el grupo de cabeza y se suceden los ataques, que dan lugar a la formación de un grupito de ocho corredores, con el andaluz, Juan Olmo, que logran una ligera ventaja sobre sus perseguidores,

Tras ser neutralizados en el kilómetro 134, apenas unos kilómetros después vuelve a saltar corredores, entre ellos nuevamente Juan Olmo, aunque en esta ocasión tampoco le permiten seguir adelante.

En el 163 el corredor sevillano del Andalucía-Cajasur no ceja en su intento por estar en cabeza de carrera y vuelve a intentarlo. Esta vez con más fortuna. Se marchan con él Giuseppe Muraglia del Acqua Sapone, Eduard Vorganov y Vicente Ballester del Fuerteventura-Canarias.

Este cuarto consigue un hueco importante respecto a sus perseguidores y logran disputarse la victoria entre ellos, imponiéndose el corredor italiano del Acqua Sapone, Muraglia, mientras que Juan Olmo era cuarto en la línea de meta. Su compañero de equipo, José Luis Carrasco, que viajaba en el grupo perseguidor luchando porque la escapada de su compañero llegara a buen puerto, cruzaba la línea de meta en la séptima posición.