7 de agosto de 2008

Montañismo

Crónica de Lina Quesada


Hola Amigos/as

Una vez mas me encuentro de vuelta a casa....anoche llegamos a Skardu, tras cinco extenuantes horas de carretera.

La experiencia vivida en el Karakorum, ha sido por una parte inolvidable, debido a mis compañeros de expedición y al personal de la agencia que ha convivido con nosotros -cocinero, oficial de enlace, guía de la agencia- ha habido una magnifica convivencia entre todos, que habréis visto plasmada en las fotos que hemos ido enviando al blog de la expedición: http://www.k2-broadpeak.com/.

El relato quizás mas interesante es el de la noche del 31 de agosto, cuando nos preparábamos para salir a cima, es la noche de mayor nerviosismo para cualquier alpinista, ya que analizas interiormente cada cosa que no puedes olvidar, piensas en tu consciencia si tu cuerpo se encuentra bien, pies, manos, pulmones, corazón, pulsaciones, respiración...así como tu cabeza, tu motivación, si te encuentras al cien por cien, si esta cima es tan importante, si los riesgos que vas a correr superaran con creces tu capacidad... Todas estas cosas y muchas más se agolpan en tu cabeza sin dejarte descansar.

Yo me encontraba muy bien en el campo 3 (7.100m.) ya que la aclimatación que traía del Everest, era excepcional, pero la noche fue mala, muy mala, una tormenta de viento y nieve azotaba nuestra tienda. En una tienda Santi y Alfredo, en la otra Aitor, Diego y yo.

No parábamos de mirar el reloj, dijimos que empezábamos a andar a las 24.00 h. para lo cual a las 23.00 h. habría que comenzar a vestirse. Pero nadie se movía fuera, el viento no paraba. Esperamos y esperamos hasta que a la 1.30 h. el viento paró. Yo no quería subir ese día, ya que no habíamos descansado nada y no estábamos al cien por cien. Pero el campo 3 en pleno, se disponía a salir (2 italianos, 2 japoneses, 1 finlandés, 2 mejicanos, 2 franceses, 1 coreana y nosotros 5 españoles).

¿Que hacer? la duda nos asalta, yo opino que no es el día, pero ir mañana los 5 solos, tampoco es una genial idea, de modo que aunque estemos cansados por no haber dormido nada, y la nieve este fresca y recién caída, pero la fuerza de la mayoría puede y al final a las 2'30 h. comenzamos a caminar, muy a mi pesar.

Otro de los errores cometidos, es no haber seguido al grupo, Santi, Diego, Aitor y yo, seguimos a la chica coreana que proponía abrir huella por una variante que sale debajo del serac, en lugar de ir por donde iban los otros, por una media ladera expuesta por arriba del serac. Sea como fuere, ambas rutas tenían su parte negativa, una la peligrosidad, pero la nuestra el cansancio, ya que abrir huella por nieve fresca para salir bajo el serac, supuso un cansancio y una fatiga que nos afecto bastante a todos. Además los pies iban todo el tiempo bajo nieve fresca, resultado, frío terrible en los dedos...

Al final, deshidratados y muy cansados llegamos al collado (7.800 m.) sobre las 12,30 h. Allí, Santi y Diego se dispusieron a intentarlo, resultando que Diego al menos llego a la antecima. Pero tanto Aitor como yo, pensamos que era muy tarde, eran las 13,00 h. cuando comenzaron y analizamos la distancia, la hora y nuestro estado (pies y manos muy mal por el frío) y decidimos claudicar.

Para mí fue una dura decisión, por segunda vez verme en la misma montaña, en el mismo collado donde en 2003 me dí la vuelta y tomar la decisión probablemente correcta, pero dura, una vez más esta montaña me ha ganado, pero al menos vuelvo bien para contarlo. El descenso hubiera sido penoso si decidimos seguir, ya que teníamos los pies muy tocados y llegar de noche al campo 3, después de tantas horas sin comer, beber ni dormir, no es lo aconsejable ni lo correcto.

Otra gente fuerza la maquina, lo consigue y se salva, pero no es mi filosofía, la de forzar tanto cuando no se puede. Esto lo intento hacer siempre y los que me conocen saben que arriesgo lo justo. Podría tener más ochomiles en mi curriculum, pero también podría no estar aquí o haber tenido accidentes, rescates o amputaciones, de modo que prefiero bajar bien para contarlo y para poder volver a intentarlo algún otro día.

Por su parte Alfredo García, tomo la decisión mas adecuada, siguió al grueso del grupo por la travesía superior del serac y al final hizo cumbre. Un buen ritmo y su buena forma física hicieron que al menos él, disfrutara de la cumbre y de las maravillosas vistas que ofrece el Broad Peak del Karakorum.

Tras nuestro descenso, llegamos al campo base y nos topamos con la noticia de la tragedia en el K2. Todavía estamos conmocionados. Amigos con los que habíamos almorzado en la tienda de Nick (Nicholas Rice), tales como el amable Hugo (Francia), sherpas nepalíes que conocían a Pemba, con quien escalé el Everest el pasado mayo, porteadores pakistaníes que fieles a sus clientes se disponían a engrosar su curriculum con una nueva cumbre... alpinistas de todas las nacionalidades que tras más de dos meses de espera, veían en esta ventana de buen tiempo su oportunidad de llevarse una cumbre de vuelta a su país.

Pero dejo unas líneas para la reflexión, aclarando, con mi modesta experiencia, algunos puntos destacables: ¿Como es posible, que nuestro compañero Alberto Zerain Berasategui, sin oxígeno, sólo y abriendo huella, llegara a cumbre (8.611 m.) a las 15,00 h. y todo el grupo que más tarde se vio envuelto en la tragedia, viendo como transcurrían las horas y la envergadura y dificultad de la montaña en la que estaban, no decidieran darse la vuelta antes?

¿Como es posible que en el K2, la segunda montaña mas alta del mundo, con las dificultades que presenta su ruta, se llegue a cumbre a las 19,30 y 20,00 h. de la noche?

¿Porqué estas personas, con oxígeno, con la ruta abierta, con la huella hecha, siguen a esas horas de la noche, desorientados en la montana?

¿Si un sherpa cae y muere, su cliente es capaz de descender solo? ¿El cliente lleva 30 m. de cordino y 2 tornillos de hielo? ¿Sabe instalarlos? ¿Si el oxigeno se le termina, puede salir de allí solo?

Estas y otras muchas preguntas, se han hecho estos días en nuestras reuniones de campo base...

¿Como es posible que el sherpa suba al campo 4 (7.900m) tiendas, comida, gas, oxígeno (4 kg. cada botella), cuerdas y además su saco de dormir, ropa y material personal y material para equipar la vía?

Son personas humanas, que a veces pierden la vida para salvar la de sus clientes, pero aun así, a veces, sus clientes no saben salir de la trampa de la montaña solos...

Solo eran unos segundos de reflexion con mi modesta experiencia, en las situaciones que he vivido en el Everest y Lhotse, he podido comprobar como a veces el afán de cumbre y de gloria de los alpinistas, genera esta prisa y esta falta de seguridad y provoca situaciones de riesgo para su propia vida y la de todos.

Bien es verdad, que accidentes ocurren todos los días en los andamios y en las carreteras, por desgracia, pero también es cierto que estos trágicos accidentes a veces se pueden evitar, puede que mandando a los sherpas y porteadores un día antes a abrir la ruta, puede que no cargándolos tanto y puede que también formándose y preparándose mejor algunos clientes que van a estas peligrosísimas montañas, como quien va a vivir una emoción extrema en un parque temático.

Sentimos mucho los momentos que pueden haber vivido allí esos alpinistas en condiciones tan sumamente desagradables y extremas, de frío, hambre, sed, sueno y miedo, tal vez.

Deseamos todo el ánimo del mundo a nuestro amigo Marco Confortola, que hoy ya está en Islamabad y pronto se recuperará seguro en Italia. También nuestro animo para la chica holandesa que perdió a su marido en el descenso de cumbre y para todos los familiares y amigos de los alpinistas fallecidos. Tragedias como esta del K2 afectan al ánimo de todos.

Un fuerte abrazo amigos desde Skardu.

Lina Quesada

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